“Hay que guardarse esto bien adentro”, dijo el capitán de Los Pumas Julián Montoya justo después de la derrota por 29-27 ante Sudáfrica. No hablaba estrictamente del resultado. Los números, así sueltos, no dicen nada. Lo mismo una métrica sin contexto. Que el equipo de Felipe Contepomi terminó último en las posiciones del Rugby Championship 2025 es tan cierto como que si Australia y Nueva Zelanda fueron los mejores, perdieron una vez cada uno contra la Argentina.
Este torneo, el más competitivo desde su creación en 2012, tuvo a Los Pumas a la altura y en igualdad de condiciones hasta la mitad de la competencia, perdiendo sus chances de pelear ante el bicampeón Sudáfrica, recién en la quinta de las seis fechas programadas. Fue buena la competencia para el equipo de Felipe Contepomi, pese al flojo papel en la estruendosa caída en Durban por 67-30 contra los Springboks y la siesta del segundo tiempo ante Australia en Townsville que les valió el partido.
Porque con las estadísticas frescas, Los Pumas fueron mejores que Sudáfrica, Nueva Zelanda y Australia en los rucks. El 97 por ciento de las veces que la guinda quedó en el suelo después de un tackle, el equipo argentino la recuperó.
Hay más indicadores positivos: no hubo otro jugador que haya eludido más rivales que Mateo Carreras ni que haya ganado más metros que el tucumano y mucho menos que Juan Cruz Mallía, quien lidera las estadísticas con 309 metros ganados.
Los 40 puntos de Santiago Carreras lo convirtieron en el goleador de esta edición, en la que además de recuperar la titularidad como apertura, también se lució como fullback.
Una de las características de Los Pumas en este Championship fue la capacidad de recuperarse tras la adversidad de un primer partido adverso. Sucedió en la Argentina, cuando cayó en Córdoba ante los All Blacks y les ganaron en Buenos Aires una semana más tarde. La clave está en la lectura de Contepomi y los suyos para focalizar en las mejoras y la elección de los mejores interpretes para conjugar esa ajuste inmediato.
Lo demostró en cada tercio, porque tras la caída en el primer partido ante Australia se recuperó para el segundo y encontró la victoria. Aunque ante Sudáfrica fueron dos derrotas, logró ajustar la diferencia entre Durban y Londres de 30 puntos a apenas dos. “Fue difícil ganarles. Argentina salió con fuerza en el primer tiempo y en el segundo nos esforzamos al máximo. Son un equipo fuerte y lo lograron también con muchos cambios”, analizó nada menos que el capitán de los Springboks Siya Kolisi.
En la trinchera del contacto, Los Pumas fueron un muro. No siempre dominaron la posesión, pero cuando defendieron, lo hicieron con la fiereza de un equipo convencido. Eso indica ver al equipo de Contepomi como el de mayor eficacia en los tackles.
También fue el equipo más fuerte en las alturas, nadie mejor que Los Pumas en el line un puntal que explica parte del salto competitivo del equipo. El viejo rugby argentino, de fases lentas y control, dio paso a uno más audaz ya que las métricas ubican al equipo de Contepomi debajo de Sudáfrica y encima de Nueva Zelanda y Australia en offloads: parece que se animaron a soltar la pelota en el contacto.
Decididamente Los Pumas se metieron en la conversación. En la cancha, pero también en la escena. Porque este también fue el Championship en que Los Pumas se quejaron del arbitraje. Se volvieron tan parejos los partidos que los detalles que corren por cuenta de los árbitros pueden ser determinantes en un resultado.
Por primera vez Contepomi y el entrenador asistente Juan Fernández Lobbe hablaron de frustración por fallos arbitrales tan groseros como absurdos para considerar distracciones. El concepto también se escuchó en boca de varios jugadores, incluyendo el capitán Julián Montoya.
Pero todo eso se logró a partir de la base ampliada que propuso Contepomi en su llegada como entrenador. Hubo debuts de juveniles o jugadores de cierta madurez que después de varios entrenamientos se pusieron la camiseta del seleccionado por primera vez. Y varios están en carrera para el Mundial 2027.
Entre chicos, grandes, consagrados y con hambre, Contepomi mostró varias cosas en seis partidos. Que puede contar con tres variantes netas para el puesto de apertura y opciones en la dupla de conducción. Que la primera línea forma una base que ya tiene interpretes consolidados y que ni siquiera Pablo Matera tiene la titularidad asegurada. La meta está puesta en el Australia 2027 y para eso, tal vez, Montoya proponga guardarse lo bueno de este Championship en que el equipo se levantó después de cada caída.